Después de varios días ausentes de mi clase por un virus que me ha dejado bastante tocado, hoy he vuelto al cole para dar clases y me he reencontrado con mis alumnos de 4° de EPO.
Y en el abrazo que algunos de ellos me han dado esta mañana, me he sentido afortunado por tenerlos cerca.
Son los primeros que se dieron cuenta de que no me encontraba bien, y en la medida de sus posibilidades se preocuparon y me acompañaron en esos primeros instantes de dolor.
Son niños y niñas con un corazón especial, de esos que van a latir con humanidad y con sencillez a lo largo de esta vida.
Son niños y niñas que están naciendo a la vida.
Son niños y niñas que, si siguen mirando a la vida así, la vida tendrá motivos para seguir.
Gracias por haber estado ahí… y por vuestros abrazos.
Alberto Espinosa García 
Eres afortunado de tener a tu alrededor tantos corazones limpios y llenos de amor que te lo demuestras porque te lo mereces y ellos lo saben.
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Ellos dan lo que reciben de ti eres todo corazón ademas de un profesor espectacular te preocupas mas que por dar el temario es que ellos lo aprendan de mil formas diferentes esa imaginación para motivarlos y que ala vez te respeten y te quieran pocas personas tienen ese don de captar la atención y admiración que ellos tienen por su profe sin duda el mejor que an podido tener
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