los docentes del Primer Ciclo de Primaria (6 a 8 años) no son simplemente un eslabón, son los cimientos esenciales de todo el sistema educativo.
Se requiere una especialización profunda para guiar a un niño desde el juego a la lógica, desde la conciencia fonológica a la lectura fluida, y desde el garabato a la escritura estructurada.
Esta etapa es crítica para el desarrollo neurológico y emocional.
Un maestro de este ciclo debe ser un neuroeducador, un psicólogo, y un mago de la motivación. Necesitamos profesionales muy especializados que entiendan la dislexia, la discalculia y las necesidades afectivas con una sensibilidad extrema.
No son maestros genéricos; son docentes especiales cuya labor determina el futuro académico y personal. Invertir en su formación y reconocimiento es asegurar la calidad de todo el trayecto educativo.
¡Ellos son nuestros auténticos héroes!

