Oír es uno de nuestros cinco sentidos y, sin duda, uno de los más importantes.
Nos permite conectar con todo lo que nos rodea, desde la voz de un amigo hasta el canto de un pájaro.
Pero, ¿sabemos realmente lo vital que es y cómo debemos cuidarlo?
¿Qué significa oír?
Oír es la capacidad que tenemos para captar los sonidos que viajan por el aire. Es un proceso asombroso.
Cuando una onda de sonido llega a nuestro oído, viaja por un canal hasta llegar al tímpano, que vibra.
Estas vibraciones pasan por unos pequeños huesecillos que las amplifican y las envían a una parte interna del oído, que se encarga de transformarlas en impulsos eléctricos.
Estos impulsos viajan hasta nuestro cerebro, que los descifra y los convierte en el sonido que conocemos, como una canción o una conversación.
La importancia de cuidar los oídos
Nuestros oídos son herramientas muy delicadas y sensibles que trabajan sin descanso.
Por eso, es fundamental protegerlos para que nos sigan acompañando toda la vida.
No se trata solo de poder oír, sino de evitar problemas de audición en el futuro.
- Evita el ruido fuerte: Estar cerca de un sonido muy alto, como la música a todo volumen en un concierto o una máquina ruidosa, puede dañar las células del oído de forma permanente. Es como si el ruido fuera un «golpe» para nuestros oídos. Por eso, es mejor escuchar música a un volumen moderado y usar protectores si vamos a estar en un lugar muy ruidoso.
- Aprende a limpiarlos bien: Es importante que los oídos estén limpios para que el sonido pueda viajar sin obstáculos. Sin embargo, no debemos usar bastoncillos de algodón para limpiar la parte interna. La cera del oído es una barrera natural que protege contra la suciedad y los gérmenes. Al usar bastoncillos, podemos empujar la cera más adentro, causando un tapón o incluso dañando el tímpano. Para limpiar los oídos, basta con usar una toalla para secar la parte externa después de la ducha.
¿Por qué la limpieza es clave?
Mantener los oídos limpios es crucial para una buena audición.
La cera, aunque necesaria en su justa medida, puede acumularse y formar tapones que bloquean el canal auditivo.
Esto no solo dificulta que oigamos bien, sino que también puede causar picor, molestias e incluso infecciones.
Unos oídos limpios y sanos permiten que el sonido fluya con libertad, garantizando que el sentido del oído funcione de la mejor manera posible.
Al cuidar nuestros oídos, estamos cuidando una parte fundamental de nosotros mismos que nos conecta con el mundo.
¿Qué sonidos te gustan más de la naturaleza?

